La competencia en comunicación lingüística (CCL) es una de las 8 competencias clave descritas por la LOMLOE. Vamos a analizarla en profundidad para poder aplicarla con criterio a nuestra programación didáctica. Y no solo eso, sino también para poder programar por competencias y mejorar nuestra nota de oposiciones. ¡Vamos a ello!

Qué es la competencia en comunicación lingüística

La comunicación lingüística es una destreza básica que cualquier persona debe tener para moverse por el mundo. Es por ello que debemos trabajarla en clase, para que los alumnos puedan entender los enunciados, tomar apuntes, aprender leyendo, exponer sus ideas, socializar, etc. Y más allá del centro, es igual de importante para ir a comprar el pan, buscar trabajo o informarse sobre qué estudiar el año que viene.

Qué dice la LOMLOE sobre la competencia en comunicación lingüística (CCL)?

La competencia en comunicación lingüística supone interactuar de forma oral, escrita, signada o multimodal de manera coherente y adecuada en diferentes ámbitos y contextos y con diferentes propósitos comunicativos. Implica movilizar, de manera consciente, el conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que permiten comprender, interpretar y valorar críticamente mensajes orales, escritos, signados o multimodales evitando los riesgos de manipulación y desinformación, así como comunicarse eficazmente con otras personas de manera cooperativa, creativa, ética y respetuosa.

La competencia en comunicación lingüística constituye la base para el pensamiento propio y para la construcción del conocimiento en todos los ámbitos del saber. Por ello, su desarrollo está vinculado a la reflexión explícita acerca del funcionamiento de la lengua en los géneros discursivos específicos de cada área de conocimiento, así como a los usos de la oralidad, la escritura o la signación para pensar y para aprender. Por último, hace posible apreciar la dimensión estética del lenguaje y disfrutar de la cultura literaria.

Anexo I. Competencia en comunicación lingüística (CCL). Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria

Esta competencia tiene bastantes matices. Vayamos por partes.

La competencia en comunicación lingüística supone interactuar a través cualquier medio de acuerdo al contexto. ¿Te suenan expresiones como «en plan»? Hay situaciones en las que se pueden usar sin problemas, pero también hay que saber cuándo no son adecuadas. Pero no se trata solo de palabras, sino también del tono, del rigor de la información, del tipo de mensaje que usamos, etc. Por tanto, la CCL supone adecuar nuestra forma de comunicar a la situación en la que estemos. Para ello, podemos crear diferentes situaciones en clase y diseñar mensajes según las necesidades de cada situación.

Por otro lado, la CCL nos ayuda a comprender los mensajes que nos llegan y valorarlos críticamente para sacarles el máximo provecho. Por ejemplo, si me dejan un libro para aprender a dibujar personajes, debo ser capaz de extraer de él la información para lograr mi objetivo: aprender a dibujar personajes. Si no entiendo lo que leo o no termino el libro o no sigo el orden,… No podré aprovechar ese mensaje. Y en paralelo debo saber si la información que me llega es veraz. Quizás ese libro no es de un artista, sino de alguien que no sabe de dibujo y solo quiere ganar dinero. Debo saber si ese libro tiene calidad suficiente o no. Por lo que necesito ser capaz de reflexionar sobre la información que recibo, contrastarla y llegar a mis propias conclusiones.

La parte más interesante de esta competencia puede ser esta: se trata de la base para la construcción del conocimiento. Como veíamos antes, necesitamos comunicarnos para aprender. Cuanto más dominemos el lenguaje, mejor podremos aprender. Por ello es necesario conocer el funcionamiento de la propia lengua, algo que se trabaja explícitamente en Lengua Castellana y Extranjera.

Y finalmente, el conocimiento de la lengua nos permite también disfrutar de su lado artístico a través de la literatura, en cualquiera de sus formas. Intercalar actividades más académicas con otras artísticas puede ser la manera perfecta de desarrollar esta competencia con tus alumnos.

Actividades para trabajar la competencia en comunicación lingüística

Hay muchas opciones de trabajar la competencia en comunicación lingüística en clase, como por ejemplo:

• Juegos de rol
• Debates y tertulias
• Concurso de realtos/poemas/canciones
• Peleas de gallos
• Blog educativo
• Concurso de cortos
• Exposición oral

Piensa qué les interesa a tus alumnos y cuáles son tus puntos fuertes, de manera que puedas diseñar actividades atractivas que les motiven a aprender.

Características de la competencia en comunicación lingüística

La competencia en comunicación lingüística supone una interacción social en la que el individuo recibe y crea mensajes en su propia lengua o en una extranjera. Dichas lenguas pueden haber sido aprendidas en momentos diferentes, con lo cual esta competencia se relaciona con el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

Metodología innovadora

Para desarrollar la competencia en comunicación lingüístca se proponen metodologías activas de aprendizaje, en lugar de las metodologías tradicionales. Por ejemplo, en lugar de proponer un ejercicio en el que los alumnos deben rellenar los huecos en 10 frases con la misma estructura, podemos enfocarlo como un juego de roles. Se trata de poner a los alumnos en situación y darles un vocabulario específico con el que puedan defenderse. Imaginemos que vamos a una frutería. Un alumno es el dependiente y otro el cliente. Primero hemos de dar a los alumnos las palabras que designan las diferentes frutas y algunas frases de saludo, despedida o para preguntar por el precio. Después, dejamos que por parejas pongan en práctica esa teoría y resuelvan la situación que se les plantea: comprar/vender fruta. ¿Qué conseguimos con ello? Que aprendan vocabulario y lo pongan en práctica, lo cual, facilita la memorización. Además, creamos un espacio de diálogo en el que los alumnos crean y reciben mensajes. 

Ámbitos

La competencia lingüística se desarrolla desde la oralidad y la escritura, pero no exclusivamente. También se encuentra en otros ámbitos, como las tecnologías o la comunicación audiovisual. Es decir, las posibilidades metodológicas se expanden: programas y aplicaciones para ordenador, tableta o móviles, música, películas, series, publicidad, cómic, eventos,… Seguro que puedes imaginar lo motivador que puede ser aprender idiomas escuchando tu grupo de música favorito o viendo tu serie favorita.

No todo es audiovisual. Para desarrollar la competencia en comunicación lingüística se considera la lectura como una destreza básica. Así, se propone un Proyecto Lingüístico para el centro, un Plan Lector y estrategias para el uso de la biblioteca.

Valores

Por otro lado, esta competencia en comunicación lingüística implica el conocimiento de otras culturas. Así, un enfoque educativo intercultural favorece su desarrollo. Un ejemplo: podemos indagar sobre el español en el mundo. ¿En qué otros países se habla nuestro idioma? ¿Qué palabras características tiene cada zona? ¿Con cuántas palabras diferentes se puede designar un mismo objeto?

Para terminar, la competencia lingüística se relaciona con actitudes y valores que promueven las leyes de educación, tales como una ciudadanía activa, el respeto de las normas, un espíritu crítico y emprendedor, una actitud de curiosidad por el aprendizaje o el uso del diálogo para la convivencia y la resolución de conflictos.