Con la evolución de las sociedades, el enfoque educativo ha dado también un giro al situar en el centro al alumno. Así, la enseñanza formal ya no es unidireccional; ahora tiene en cuenta al estudiante y se preocupa por que adquiera unos conocimientos. Por ello, hemos pasado de hablar de «enseñanza» a hablar del proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿Qué es enseñar? Definición
Enseñar es un proceso de diseño y selección de estrategias para activar el aprendizaje en otras personas.
¿Qué es aprender? Definición
Por su parte, aprender significa adquirir conocimientos a partir de la experiencia. El aprendizaje produce cambios en la mente como consecuencia de las situaciones que experimentamos. Dichos cambios son duraderos y suelen traducirse en modificaciones de la conducta. Por ejemplo nos comunicamos exclusivamente de forma oral hasta que aprendemos a escribir. Entonces nuestra conducta cambia.
¿Por qué aprendemos?
Desde que nacemos, estamos en contacto con un rico entorno que nos educa desde direcciones muy distintas. La familia, la escuela y los gobiernos son agentes sociales que nos enseñan a comportarnos dentro de la sociedad a la que pertenecemos. A su vez, nos exigen unas habilidades, unas competencias para la conservación de la cultura y del equilibrio social.
En otras palabras, la sociedad exige respuestas a sus necesidades y para ello nos educa constantemente. Por eso han aparecido las competencias con la LOMCE y por eso han surgido asignaturas de robótica en los currículos. Porque la sociedad demanda personas cualificadas para crear, diseñar y mantener robots.
Como la escuela forma a estos futuros trabajadores, debe asegurarse de que aprender adecuadamente para responder a las necesidades de la sociedad.
Definición de enseñanza-aprendizaje
El concepto de enseñanza-aprendizaje se refiere a un proceso bilateral en el que es tan importante aprender lo que se enseña como enseñar lo que se aprende. Es decir, son dos conceptos que van ligados y sin el uno el otro no puede existir.
El hecho de enseñar no siempre significa aprender y aprender no siempre es el resultado de una enseñanza. Piensa en las personas autodidactas. Aunque nadie les enseña, aprenden. En el extremo opuesto, puede ser que nos enseñen, por ejemplo, a dibujar el rectángulo áureo o dorado, pero no lo aprendamos y a largo plazo lo olvidemos. En resumen, enseñanza no siempre es igual a aprendizaje. Es la razón por la cual se pone el énfasis en este binomio.
Enseñar requiere una intencionalidad. Así, nosotros, como profesores, nos ponemos al frente de la clase para ayudar a los alumnos a aprender. Y lo hacemos siguiendo una estrategia, formulada en la programación didáctica.
Aprender implica una actitud activa y abierta, basada en la experiencia y que provoque cambios en la mente.
El proceso de enseñanza-aprendizaje
Como ya explicábamos, el profesor, al frente de la clase, muestra unos contenidos a los alumnos, los cuales estos deben captar y elaborar. Esos contenidos salen del currículo y se materializan en actividades con las que desarrollar competencias y alcanzar unos objetivos. El proceso de enseñanza-aprendizaje tiene lugar en un aula, con unos medios y unos recursos disponibles, y, a su vez, dentro de un contexto social, cultural e histórico. Complejo, ¿verdad? Vayamos por partes.
Enseñanza-aprendizaje en la programación didáctica
- Enseñamos a través de unos contenidos, impuestos por el currículo.
- Para facilitar el aprendizaje, diseñamos actividades.
- Con las actividades el alumno experimenta y, en consecuencia, aprende.
- Las actividades permiten desarrollar unas competencias, adquirir unos conocimientos y lograr unos objetivos.
- Estas actividades se desarrollan en clase, dentro de un contexto específico.
- Ese contexto determina el proceso de enseñanza-aprendizaje. No es igual en Infantil, que en Primaria, en Secundaria, FP o en enseñanza para adultos. Tampoco es igual un grupo de alumnos de clase alta, media o baja. Ni tener una clase más o menos heterogénea. El contexto es el punto de partida.
- Con la evaluación comprobamos si el alumnado ha aprendido, cuánto y cómo: si han logrado alcanzar los objetivos propuestos, si han adquirido las competencias necesarias, si han asimilado los contenidos. La evaluación por estándares y criterios de evaluación nos darán las respuestas.
Como ves todo está relacionado y es coherente. La programación didáctica se diseña con el objetivo de optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Si formulas unos objetivos adecuados, unas actividades conforme a los contenidos del currículo y que ofrezcan experiencias diversas a los estudiantes, un desarrollo dinámico de las competencias clave y una evaluación lógica, tendrás hecha una programación perfect.