
La competencia matemática y las competencias básicas en ciencia y tecnología son una de las 7 competencias clave establecidas por la LOMCE y descritas en la Orden ECD/65/2015, de 21 de enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato. Vamos a analizarla en profundidad para que la puedas integrar en tu programación didáctica.
Competencia matemática
La competencia matemática implica el conocimiento de números, álgebra, geometría y estadísitca para describir, interpretar y predecir los fenómenos del contexto en que se encuentra el individuo. Por ejemplo, si nos dicen que dentro de 3 días va a llover y hoy es martes, sabemos que lloverá el viernes. De la misma manera, sabemos que un dado tiene 6 caras o que las probabilidades de que salga cara cuando lanzamos una moneda son del 50%.
Ámbitos en los que se desarrolla la competencia matemática
Para el pleno desarrollo de la competencia matemática, hay que trabajar en diversos ámbitos:
Cantidad
La competencia matemática implica el conocimiento de las medidas, cálculos, magnitudes, unidades, indicadores, tamaño, tendencias y patrones. Por ejemplo, nos permite entender por qué un kilo de tomates es más caro que medio kilo de tomates.
Espacio y forma
Para adquirir la competencia matemática, se deben comprender de formas, perspectivas, patrones, propiedades de los objetos, navegación e interacción con formas reales, etc. Nos permite guiarnos con un mapa o descifrar la estructura de una catedral.
Cambio y relaciones
El tercer ámbito de desarrollo de la competencia matemática es el de cambio y relaciones. Por ejemplo, las posibilidades de cambiar dos números para que la suma de ellos dé 10.
Incertidumbre y datos
Por último, la competencia matemática incluye conocimientos sobre azar y situaciones de incertidumbre, donde los datos son fundamentales.
Ejemplos de actividades para desarrollar la competencia matemática
Vamos a proponer a los alumnos una situación en la que deberán realizar una serie de actividades, las cuales les ayuden a adquirir la competencia matemática. Les ofrecemos una receta de cocina, por ejemplo un bizcocho de yogur. Para ello, necesitan:
- 1 yogur natural
- 100 gramos de aceite
- 200 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- 4 huevos
- 1 sobre de levadura
- 1 cucharadita de sal
Lo primero que deben hacer es ir a comprar (ficticiamente). La actividad consiste en saber cuánto se van a gastar. ¿Cómo? Multiplicando el precio, que también les facilitamos, por la cantidad que necesitan para cocinar un bizcocho.
Después, les pedimos que hallen las calorías que tiene el bizcocho entero. Si 100 gramos de azúcar tienen 387 calorías, los 200 gramos que usamos tendrán el doble. Así para todos los ingredientes. Al final, basta con sumar las calorías.
El último paso puede ser repartir el bizcocho entre los comensales. Podemos imaginar que tenemos 6 invitados y que dos de ellos quieren una ración el doble de grande que los demás. La solución es dividir el bizcocho en 8 partes y dar a esos dos invitados dos trozos.
Con este ejercicio trabajamos la cantidad: unidades, cálculos, tamaños, etc. Es un ejercicio progresivo, con diferentes pasos que dependen del anterior, donde los alumnos ponen en práctica sus conocimientos matemáticos para resolver problemas complejos. De esta manera los alumnos, además de la competencia matemática, aprenden a organizarse y a seguir una metodología de resolución de problemas. Por otra parte, estamos llevando las matemáticas a un ámbito cercano al alumno.
Competencias básicas en ciencia y tecnología
La competencia en ciencia y tecnología suponen un acercamiento al mundo físico y a una interacción responsable con él, en pos del bienestar social. Incluye conocimientos matemáticos, físicos, químicos, biológicos, geológicos y tecnológicos. Es decir, en todas estas asignaturas se va a desarrollar la competencia en ciencia y tecnología.
Estas competencias básicas en ciencia y tecnología requieren del uso de herramientas tecnológicas para alcanzar un objetivo, a través del siguiente proceso:
- Identificar preguntas
- Resolver problemas
- Llegar a una conclusión
- Tomar decisiones acordes.
Ámbitos en los que se desarrollan las competencias en ciencia y tecnología
Al igual que la competencia matemática, las competencias básicas en ciencia y tecnología necesitan un desarrollo integral de varios ámbitos:
Sistemas físicos
La competencia en ciencia y tecnología requiere un trabajo en el ámbito de sistemas físicos, tanto mecánicos, eléctricos y magnéticos como luminosos, acústicos, caloríficos, reactivos y otros.
Sistemas biológicos
El segundo ámbito de aplicación de las competencias básicas en ciencia y tecnología es el de sistemas biológicos, que tiene que ver con seres vivos, alimentación, higiene y salud.
Sistemas de la Tierra y Espacio
También es imprescindible estudiar la Tierra y el Espacio para desarrollar la competencia en ciencia y tecnología. Esto tiene que ver con la historia de la Tierra, conocimientos agrícolas, ganaderos, marítimos, industriales y del espacio exterior.
Sistemas tecnológicos
Está relacionado con el uso cotidiano de máquinas y herramientas, y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Investigación y comunicación científica
El último apartado de esta competencia de ciencia y tecnología es el ámbito de la investigación y la comunicación científica, imprescindibles para el avance y la alfabetización de las sociedades.
Ejemplos de actividades para desarrollar las competencias en ciencias y tecnología
Una posible actividad para desarrollar las competencias básicas en ciencia y tecnología consiste en investigar el impacto que tienen los smartphones (o teléfonos inteligentes) en nuestros hábitos diarios y qué cambios han traído. Con ello, analizamos las características de estos dispositivos tecnológicos (hardware y software), reflexionamos sobre nuestros hábitos y los de otras personas, tomamos una perspectiva social e histórica y adoptamos una conciencia crítica al respecto.
Dependiendo del nivel plantearemos esta actividad con mayor o menor complejidad, pero, en cualquier caso, vamos a favorecer la adquisición de la competencia científica y tecnológica: planteamos un trabajo de investigación, descubrimos el funcionamiento de un teléfono inteligente y reflexionamos sobre su impacto en el ser humano y el medio ambiente. Igual que antes, ayudamos a los alumnos a establecer una metodología de trabajo ordenada y coherente, que poco a poco irán interiorizando y les ayudará para futuros problemas.
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